Llegó diciembre de 1997 y Coca-Cola lanzó 8 decorines de plástico que se alojaban dentro de una caja de regalo hecha de cartón, éstos eran la foca, el oso, el reno, el muñeco de nieve, una campana, una corona y desde luego Santa Claus.
El comercial nos presentaba a un niño que descubre a Santa Claus y le comienza a mostrar como regalo los diferentes decorines coleccionables, al final Santa Claus quedaba emocionado por ver su propio decorín.
Por mi parte fue la primera colección de la Coca-Cola que adquirí y hasta el día de hoy después de 14 años los sigo conservando en buen estado, a pesar de que el cartón a veces tiende a maltratarse con el paso de los años.
Cuando los veo recuerdo mi niñez, me hacen recordar lo feliz que fui en esas navidades
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